Poema 100: HABLO DEL PAÍS POSIBLE

Hablo del país posible

 

Hablo del país posible,

del lugar donde crecen pastizales en los ojos.

La tierra que,

siendo todos los países del mundo,

se encuentra más cerca de los árboles.

 

País llamo yo al humus que habito debajo de mí.

País los brazos del caribe bailando una canción,

una falda que le nace al viento,

una corocora,

un tordo que desconoce la ternura.

 

Este país que es la mujer más hermosa del universo.

La dama en cuatro repartiendo calostro.

La dama desangrada.

La dama sangre negra.

La dama esa que nadie sabe cómo se llama.

 

Hablo de este país que tiene los labios salados

y se recuesta a dormir entre golondrinas,

que descansa a las orillas del Orinoco

y sale a corretear medio desnuda

en alguna playa de litoral.

 

Me refiero sin duda a la gran madre.

Los minerales mezclados con agua.

La arcilla.

La arena.

El barro mezclado con sol de leche.

Las montañas bajando aun dormidas con sus cacheticos rojos

y sus manos heladas cuando van a la escuela.

 

Hablo del indio,

del hombre que se comunica directamente con la brisa.

Hablo de la medicina wottüja,

del caapi, la sagrada ñuá y la apacible akurewa.

Hablo de la selva con cicatrices en la cara,

y del hombre que viaja en curiara como viniendo del pasado.

 

Hablo del país de lo posible;

del país real,

sin extraterrestres, sin superhéroes, sin tanta pose,

donde todos nos hemos sentado a contemplar la verdad

y hemos llegado a las mismas conclusiones.

 

Hablo de la negra fulía

y del blanco vals de la arena,

de la república con ganas de vivir,

y que en sueños se desborda

como una patria desvestida entre los dedos.

 

En este territorio de sabias solitudes,

de respiración perfecta,

de cielo perfecto,

donde

de seguro

en alguna guacamaya se pierde el aire

¿quiénes somos cada uno de nosotros?

 

El país de lo posible es el lugar

donde los trenes

son las corcheas de un instrumento que despide una rara melodía,

Corina Smith,

Canserbero a dúo con el diablo. 

y hasta Gerry Weil y Vytas 

y un par de boricuas tocando la percusión.

La gente aplaude.

Si la gente no aplaude considérate un curioso.

Misticismo, brujería, magia.

 

A partir de allí,

cuando sabes lo que eres y lo que no eres,

comienza el país.

El país también está antes que eso ocurra,

pero no marcha.

Se convierte en un reptil de piedra,

en una flor encorvada

como el Nazareno de San Pablo.

 

Entonces, un país también puede ser una pistola,

gélida, sin vida

o un libro que,

faltándole unas páginas,

desenvaina la paz

como desenvainando una espada.

 

Próspero llamo yo a un país que despierta,

que literalmente se levanta de la cama,

se cepilla los dientes y sale a trabajar.

 

Próspero es un país que ha resuelto el dilema de por qué es un país.

Más allá de los tecnicismos

dilucidar

cuáles son los brazos de los árboles que abrazan las estrellas.

Descifrar cada fragmento de la bóveda celeste

y ponerlos en tus cuadernos

y acordarte de tu primera novia también es un país.

 

De allí que la palabra país nace en las grietas

y te empieza a salir por las manos,

te sube por los brazos y el pecho

y cuando vienes a ver ya las has usado tres mil veces en las redes.

 

El país de lo posible es sentarse alrededor de una fogata.

Tener a Dios y a la ciencia de nuestro lado.

Dejar que cada madera cruja con su propio inverno.

Donde la libertad sea el perfume de las leyes

y la compasión la brisa que cubre la noche.

Donde domestiquemos al sol

que tenemos prendido 

en los recuerdos.


EL CENTRO DEL PIXEL, una selección de poesía inédita del escritor venezolano Carlos Zarzalejo. Parte de su obra poética: poemas en verso y poemas en prosa. 

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Felicitaciones! Hermoso y delicioso poema en el cual describes, desde tu exquisita expresión, a nuestro país posible. Me encantó.
Carlos Zarzalejo ha dicho que…
Gracias por la lectura. Saludos.