Poesía: El todo poético 1

 

El cuadrado no optimiza la energía. El cuadrado se tropieza; el círculo es infinito. Tomará tiempo para dominar el infinito o el concepto de infinito porque el cerebro está programado para pensar en principios geométricamente cuadrados. Los humanos pensamos cuadrados.

El pixel es la forma más diminuta en términos de pensamiento para la humanidad. Es la cuadratura ínfima que el hombre se puede proveer. El objetivo de las nuevas tecnologías es hacer al pixel más diminuto. En menos espacio más información. Mientras el pixel sea más ínfimo la imagen será más clara, la realidad podrá retratarse de mejor manera a niveles asombrosos. Sin embargo, lo ínfimo del cuadrado será la huella digital de lo humano; eso que identifica una forma de pensamiento.

La transición hacia el círculo, la circunferencia y la esfera será compleja y dilatada. Nadie estará dispuesto a abandonar la antigua forma de pensamiento. La circunferencia, por el contrario, es infinita; en movimiento no se puede identificar a sí misma: es la teoría de la incertidumbre: estás, pero ya te has ido. El tiempo correcto en el momento inexacto.

De allí que las pistas de carrera sean ovaladas y no rectangulares, y las ruedas del automóvil sean circulares y no cuadradas. El ángulo demanda una energía tremenda; en el círculo no hay ángulos. Por lo tanto, el procesamiento de información de forma circular es más acertado, pero más caótico porque nos cuesta determinar el tiempo-espacio de la materia, entre otras cosas, porque la variable que predomina es el tiempo.

El tiempo le da garantía al espacio: esto va a ocurrir es este momento y en este otro. La música comienza a asonar en 4 x 4. La predictibilidad se hace humana. El cuadrado permite predictibilidad, que es el fundamento del tiempo. El círculo es poesía.

Pero cuando ese fundamento cambie, cuando el tiempo no sea la categoría que determine el pensamiento, en ese momento la complejidad del círculo irá tomando preponderancia en un mundo tan predictivo- o tan temeroso de lo impredecible-. ¿Qué pasaría si el día no tuviera horas? ¿Qué pasaría si de repente todo fuera poesía pura?

La interacción y el roce en la esfera son mínimos, mientras que en el cuadrado más complejos y prolongados. La esfera solo se expone en su mínima parte cuando interactúa con otras esferas, mientras que el cuadrado demanda otro tipo de relaciones. El cuadrado es más primitivo, así lo deja ver la configuración del universo. Si el cuadrado fuera efectivo y eficaz, todo en el universo fuera cuadrado y no lo es: son figuras esferoidales. 

Esto es, la fuerza superior que ha creado el universo no considera al cuadrado como un elemento constitutivo de la materia sino como un elemento referencial.

La transición del cuadrado al círculo tomará mucho tiempo, porque los anillos sociales que detentan el poder no van a permitirse tener sus intereses en riesgo. Son grandes estructuras, entre las más famosas, la religión, la ciencia, etc.; grandes formas de pensamiento que se han creado para animar el control social.

El número fue una sublevación en el pensamiento. Las élites pudieron dominarlo y usarlo como forma de lenguaje y en forma de intercambios comerciales. Así pues, mientras más bits, más riquezas; el principio subyacente de: “el tiempo es oro”. El tiempo es un bien que los humanos atesoran porque la vida es diminuta:  todos luchan por vivir unos años más. Sencillamente porque la vida es asombrosa. El número sustituyó la contemplación poética.

Hay dos formas de entender el fenómeno en cuestión: 1. el tiempo es una forma de dominación, 2. El tiempo es una forma de respetarnos, de ser civilizados. Duermes y te despiertas más o menos al mismo tiempo que todos los demás seres humanos, comienzas a tener una rutina, comienzas a ser persona. Por lo tanto, dominar al tiempo era dominar la incivilidad.

La mente es una. De otra forma no pudieras haber formado parte de este gran entramado de rayos energéticos que es el universo. No tendría sentido. Si partimos del hecho de que el universo tiene sentido, entonces pudiéramos decir que todo evento que ocurre es correcto. Es la falta total de moralidad. Esta forma de pensamiento pondría en juego la forma en la cual los humanos viven. El cuadrado ha dado herramientas perfectas para dominar a la civilización.

No hay espacio para la moralidad, porque el universo escapa de nuestras formas de pensamiento. Simplemente hay que girar. Entonces comenzamos, como forma primaria de pensamiento, a tener etiquetas: invierno, primavera, verano, otoño. ¿Qué ha sucedido? Has tomado cuatro eventos para dividir el circulo, para entenderlo. Las estaciones son primitivas porque las condiciones cambiantes de la tierra son infinitas. Ella gira a su ritmo. Cualquier forma de estandarizarla es ilegal, sin embargo, el poder va a establecer las maneras de cómo alcanzarlo. Las cuatro estaciones de Vivaldi lo explican todo: predictivos, primitivos. Nadie puede dejar que exista el giro, por eso se han diseñado mecanismos para tratar de entenderlo.

Entonces, la transición hacia un pensamiento esferoidal o de otra índole, no será posible hasta que esas antiguas estructuras no den a basto a la demanda de las masas. Es lo que podemos llamar el rompimiento de la materia. El canto rodado puede ser un ejemplo muy sencillo, o el cosmos mismo. La célula como inteligencia mínima. Indicios claros que determinan que la inteligencia mínima es esferoidal, no cuadrada. No existen esquinas, no hay alcabalas. Existe la libertad. Yo digo que el círculo es libertad y que todos deberíamos cuidar al círculo como expresión humana y universal, y de una vez por todas hermanarnos con el cosmos. Como una forma de alcanzar la verdadera gratitud.

La gratitud no es más que enaltecer la belleza de la rotación en la circunferencia o en la esfera, o en la célula. Es ser poderoso en sí mismo, interactuando con el universo de forma armónica.

En teoría, el arquitecto pudiera usar esferas en lugar de bloques para la construcción. Pero cada esfera debería tener una instrucción concreta, no en una forma caótica como se ha hecho querer ver. La esfera permitirá otro tipo de relaciones con la materia. 

Todo sobre la tierra cambiará cuando el círculo se apropie de la belleza.

El circulo no será la panacea, pero es un paso gigantesco en el proceso de simbiosis. La vida de las plantas y los animales es rara. Es un estadio asombrosamente primitivo del universo. Los lenguajes de programación dan cuenta de lo complejo que es el universo. Ahora bien, la transición entre el círculo y la simbiosis total es algo que toma millones de años de evolución. A partir de allí, el círculo se abre, como lo haría una flor en su momento preciso, y comienza a actuar de una forma más compleja. Un ejemplo claro de ello es el cerebro. La forma del cerebro, que es la misma que los riñones o las nueces, es la forma más óptima de procesar la información de acuerdo con los rasgos que muestra el cosmos. Porque, si nos ponemos estrictos, seriamente estrictos, el círculo no existe en el universo tampoco, ni mucho menos la esfera. Lo más cerca son las figuras esferoidales que son los astros, que asemejan un círculo o una esfera perfecta, según sea el caso, y realmente no es así.

¿Qué hay antes del punto? Sabemos que la interacción de la materia puede ser de dos tipos, la primera cuando participan las figuras angulares, y la segunda cuando participa el circulo. El aire se comporta circularmente, o sinusoidalmente para ser más precisos. La esfera gira, lo sinusoidal da cuenta de una trayectoria que descansa. El circulo gira y genera movimiento y energía. Lo sinusoidal permite la contemplación y la sedimentación. Las frutas de los árboles son esferoidales. La inteligencia del círculo proviene desde hace miles de millones de años luz atrás. Hay un mensaje en el círculo. Ningún proyecto debería ser desarrollado, ni siquiera debería ser empezado, si no considera al círculo dentro de sus principios fundamentales. El cambio de la geometría es algo que no se espera rápidamente. Los lenguajes de computación se basan en el principio cartesiano más elemental. Encendido y apagado, On – Off, los números binarios, unos y ceros. Es el cuadrado, la función if-then. Es asombroso el impacto que han tenido las tecnologías hasta este momento con un lenguaje lo más cercano a la matemática posible, para pensar en otras posibilidades más avanzadas. Por lo tanto, el cuadrado ha satisfecho las necesidades del mundo. En consecuencia, dejar de pensar geométricamente, implicará dejar de pensar en unos y ceros y comenzar a descifrar la poesía que hay en la esfera. Todo tendría que cambiar empezando por el bit. El bit es un interruptor que se enciende o apaga. Es verdadero o falso. Y así comienza a rodar la información. Es como una inmensa fila de bloques cayendo unos sobre los otros. Es el efecto dominó.

¿Cómo actúa el universo para transmitir información sin usar el cuadrado? La respuesta es la luz. La luz no es un rayo, la luz es una sustancia que se mueve asombrosamente rápido por el espacio. Es como un manto resplandeciente que se va tragando al espacio, pero en teoría, va viajando a través de él. No hay bordes en la luz, pero se adapta perfectamente como el agua. Recuerdo ese cuento de Gabriel García Márquez “La luz es como el agua”. Tenía tanta razón Don García, y pienso que ese cuento es el fin del pensamiento geométrico. La luz es una sustancia constante que se mueve hasta el infinito hasta que otra fuerza lo impida. Es muy noble, y a la mínima interrupción, bien sea el acero o la pluma de un ave, la luz va a desviarse. La luz no destruye la materia. La luz es fantástica porque no erosiona, no golpea la materia a pesar de viajar a velocidades asombrosas. La luz es una energía liberada en movimiento. Ella no deja de viajar, su fuerza es eterna. Las pruebas astrofísicas concluyen que la luz no se cansa. Es obvio. Al menos en miles de millones de años no ha mostrado signos de desgaste o agotamiento. Por eso es que es imposible almacenar a la luz (se puede canalizar, pero no almacenar. Es muy distinto).

Los fotorreceptores son una solución barata e interesante. Activar celdas. Un ejemplo clásico es el ojo de la mosca. Es la esfera agujerada esperando por recibir el impacto de luz. Pero no es la luz la que apaga, es el ojo a través del párpado el que canaliza y controla la luz. El párpado es el interruptor del ojo. Sin el párpado, el hombre no hubiera podido desarrollarse, o habría tenido que crear dispositivos externos en el ojo para controlar el flujo de la luz. La rotación es otra forma que ha usado la materia para el flujo correcto de la luz. Un planeta se enciende y se apaga de acuerdo a la forma en que gira sobre sí mismo. ¿Entonces el giro y la luz trabajan en armonía para disparar un evento?, o es que ¿la materia gira para recibir información lumínica del exterior? ¿Es imposible estar encendido todo el tiempo? No, la respuesta son las estrellas. Entonces la luz viaja y atraviesa los objetos en el espacio, se los traga por usar una palabra más lúdica. La luz viaja de tal manera que envuelve los objetos como cuando tiras una canica en un recipiente con pintura de óleo. El óleo se tragará a la canica, la canica pierde efecto porque queda rodeada de la sustancia. La luz se traga todo, de otra forma no pudiera viajar a través del espacio desde tan lejos, ¿Te imaginas cuántos obstáculos debe enfrentar la luz de una estrella lejana hasta llegar a nuestros ojos en la tierra? Los cuerpos celestes -que responden a una programación orientada a objetos astronómicos-, tratan de impedir el paso de la luz. Sin embargo, esta se los traga como la pintura se traga a la canica.

Por otra parte, podemos ver que el párpado es la prueba más fehaciente de que la luz no hace que las esferas giren, de lo contrario nuestro ojo giraría dentro de la cavidad ocular para evitar el flujo de luz, pero el humano y los animales en general desarrollaron un párpado para interrumpir el flujo. Los planetas no tienen párpados. De allí lo maravilloso que es entender la vida: cuerpo y alma. Si la luz no determina el movimiento de los objetos, entonces la luz ha aprovechado al giro para definir su existencia. El giro y la luz han coexistido armónicamente en el universo. El giro es el gran interruptor. 




EL CENTRO DEL PIXEL, una selección de poesía inédita del escritor venezolano Carlos Zarzalejo. Parte de su obra poética: poemas en verso y poemas en prosa. 


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