Poesía: Somos parte de esa energía
Esa energía no es algo que sea distinto a nosotros.
Somos pequeñas
partículas de algo mucho más colosal.
Nuestros ojos, dos pequeñas
lágrimas en el medio del desierto.
Nuestros
pensamientos, humos de facultad.
Nuestra palabra es
simple movimiento de las ondas.
Cada onda viaja a su
propio ritmo.
Hay ondas infinitas y
hay ondas que guían el curso del universo.
Lo que se llama onda
es el músculo del universo.
El universo es una
sustancia asombrosa.
Tiene una fiesta, el
universo.
Es una parranda que
nos recuerda aquellos días
en que íbamos a una
misa de gallo
y el aroma del anís
se mezclaba con el olor a pintura de las casas
recién pintadas
los edificios
las casitas
y todos pintaban sus
casas.
Luego la gente salía
a darse el feliz año nuevo.
Un grupito de gente
siempre visitando de piso en piso.
Bebiendo todo el
mundo.
Los hombres jugando
dominó
y bebiendo cerveza
Y escuchando a Rubencito.
A Colon.
Yo quiero esconderme
nena.
Enamorarse es un rayo
telúrico.
Enamorarse es tener
una patria de frutas dormidas.
Somos definitivamente
algo que se puede enamorar
y puede pensar en
causas hermosas
y puede comerse un
cuerpo humano
o puede matar.
Somos algo que se ha
parecido a nosotros mismos en algún tiempo.
Pero después
nos damos cuenta
que todo lo que sea
éticamente correcto es sospechoso.
Yo abogo por un mundo
libre.
Un mundo donde sea
legal cuestionar a las autoridades.
Un mundo donde no
existan las piltrafas.
Un mundo violento de
amor.
Un mundo de gente
partiéndose la boca a besos.
Un mundo donde el
amor sea la cosa primera.
El amor como fuente
de sabiduría.
Yo creo que el amor
está en algoritmo de la creación.
Es su centro.
Algo tan asombroso
como el universo no pudo haberse formado sin la palabra amor,
sin su concepto, sin
lo que ello implica.
El amor es la fuerza
que unifica lo infinito en todas sus formas.
Vamos hacia el
infinito explorando en el átomo
y vamos hacia el
infinito buscando el big bang
desde lo descomunal a
lo infinitesimal
la realidad está
atravesada y permeada toda por el amor.
Somos la conciencia
en expansión.
Desde el niño que
disfruta bañándose en la lluvia
hasta el adulto inmerso
en sus pasiones.
El hombre y la mujer
que rezan.
El hombre y la mujer
que labran la tierra.
Yo hablo del hombre y
de la mujer, pero prefiero llamarlos seres humanos.
El ser humano tiene
la capacidad de pensar
y también la
capacidad de compasión.
La capacidad de
adaptación del cerebro es lenta
pero no se detiene.
Hay gente empeñada en
que sobrevivamos todos porque si no, la película se acaba
y se acabaron los
niños con hambre
y se acabaron las
guerras.
Se acaba la
diversión.
El mundo está tomado
señores.
No crean en nadie.
Aquí hay cuatro tipos
metiéndole un quieto a la tierra.
Así que cuídate
y ve bien dónde te
metes.
EL CENTRO DEL PIXEL, una selección de poesía inédita del escritor venezolano Carlos Zarzalejo. Parte de su obra poética: poemas en verso y poemas en prosa.
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