Poesía: El todo poético 6

 

La economía, como todo el sistema en su conjunto, necesita ser predictiva, necesita cumplir las promesas. Ser pobre es pagar el precio de ser libre, consciente o inconscientemente. Nadie te dirá dónde está la riqueza. Tienes que despertar tú mismo y darte cuenta que el universo es fastuoso, es espléndido, es un derroche de gala. Entonces la pobreza no existe en el universo. Solo es un concepto lamentablemente humano.

No quisiera tener que aclarar que la riqueza no es sinónimo de acumulación de capitales, cosa que no es excluyente tampoco. Citando a la RAE, la riqueza es "1. Abundancia de bienes y cosas preciosas. ‖ 2. Abundancia de cualidades o atributos excelentes. ‖ 3. Abundancia relativa de cualquier cosa."

Los códigos de la economía pasan de generación en generación. En principio, si algo puede adquirirse fácilmente y es abundante, su precio será bajo, y si algo es de difícil acceso y por lo tanto escaso, su precio será alto. Un sistema en buen estado cumple esos principios y esas promesas; no hay Estado, ley, ideología, que pueda cambiar eso.

Siempre habrá alguien haciendo cosas que nadie hace, y esos son los candidatos a llevarse el cajón de monedas al final del arcoíris. Pensar diferente y golpear la materia hasta que sangre, solo un poco, como un Masai ordeñando sangre de sus vacas. -Hay que preservar la vida, ante todo-.

Por lo tanto, hay que romper mucho papel, hay que deshacerse de un montón de bocetos que no sirvieron para nada, hay que repetir este lanzamiento una y mil veces, hay que hacer 1000 abdominales diarios. Hay que moverse en la dirección de las agujas de las cosas.

La consistencia y la persistencia son dos claves para entender la riqueza. El universo no se detiene nunca. No se detendrá, por lo tanto, es persistente. Pero además el universo siempre es el universo, tiene consistencia, por lo tanto, es hasta cierto punto predecible, como lo acabo de demostrar.

Ambos aspectos son necesarios para alcanzar el Ai. Si persistes en alcanzar tu máximo potencial, vas a ser una mejor persona cada día. Todo lo que desempeñas o emprendas se encenderá como un faro en la conciencia. Persistir es asumir que el cerebro se va acomodando rápidamente a nuevos retos y nuevas situaciones. ¿Cuán rápido podemos correr? ¿Cuán hermosa puede quedar una escultura después de ser trabajada con rigurosidad? Los altos grados de belleza demandan un perfeccionamiento de la técnica. Más movimientos con menos esfuerzo. Por eso cuando ves a un virtuoso guitarrista piensas inmediatamente “qué fácil se ve”. Ha tomado años que parezca fácil. Persistir implica hacer el mismo movimiento hasta que encuentres un mejor movimiento que mejore la técnica. También es tener la firme convicción que al final del túnel hay una luz resplandeciente como la muerte. Se trata pues de interactuar con la materia de forma frecuente, conversar con la materia, y entender que el rigor es algo que le pertenece a la creación. Cualquier partícula del universo da cuenta de lo hermoso que es acto creador. Persistir parte de una paradoja simple que es hacer siempre lo mismo, pero cambiando. La depuración de la técnica demanda niveles enormes de repetición del ser, la iluminación se alcanza a través del cambio.

La consistencia deviene de ese principio. Ser siempre tú, ser una voz y una forma particular de pensamiento. Ser un ecosistema propio donde florecen los más disímiles jardines. La consistencia es persistir siendo uno a pesar del todo. Una cosa no puede ser otra cosa de lo contrario el universo fuera una masa dispersa como un sueño inalcanzable, atomizada en fragmentos de nada. Es evidente el orden en el universo. Es obvio que la consistencia es un principio creador en tanto la materia necesita tiempo para asentarse. La consistencia es la promesa de que las cosas van a permanecer iguales a pesar de los cambios. Que el sol será siempre el sol, que aire siempre será aire.

Ahora, la consistencia se pierde con el tiempo porque los sistemas se desgastan. El sol se va a extinguir algún día y la combustión asombrosa que se genera en su superficie será una simple roca caliente explotando en miles de diminutos fragmentos. El guitarrista dejará de tocar piezas majestuosas y el virtuosismo dará paso a esa roca cálida que explotará en miles de fragmentos diminutos. No está claro porqué los sistemas tienden a “envejecer”. Es decir, no existe una razón obvia para que el universo aparentemente se desgaste. Es lo que yo llamaría un efecto capullo. Algo muere y algo nace.

Lo que llamamos nacer es un cambio asombroso en la estructura de un ente. Es el momento cuando sale la luz. De allí que el parto también sea considerado como “dar a luz”. Nacer es el momento mágico del alumbramiento, del regocijo, de la expansión, en fin, la poesía absoluta.

EL CENTRO DEL PIXEL, una selección de poesía inédita del escritor venezolano Carlos Zarzalejo. Parte de su obra poética: poemas en verso y poemas en prosa.