Poesía: A quien pueda interesar
No te conozco.
Deja las palabras donde están.
Donde veas un desorden
anida un pájaro;
un cóndor.
Respeta.
Yo nunca entendí la lingüística forma
de las horas.
Tuve que aplastar contra el espejo
el rostro de los soberanos.
Recogí todas las letras
que salían de los bloques;
sellé los libros.
Mi voluntad era una centella;
un distrito vertical;
amor en banda.
Los fantasmas se fueron solos.
No tengo nada que ver con eso.