Poesía: El todo poético 15
La conciencia versus la inteligencia es el debate más importante que se debe promover en la actualidad. La inteligencia fue el leitmotiv de todo el sistema educativo y sigue siéndolo en muchas partes del mundo. La inteligencia es la capacidad de resolver problemas. No importa qué problema ni cómo lo resuelvas; la solución puede incluir la extinción de una especie de tiburón o la modificación del campo magnético de la tierra, es lo de menos. La escuela nunca nos habló del amor, la amistad, acabar con la guerra, ser exitosos o descubrir tus pasiones. La escuela se encargó que aprendieras que dos más dos son cuatro. La escuela cultivó el lenguaje que en la familia es difícil cultivar. Es decir, la escuela es la gran evangelizadora.
Inteligente pudiera ser un asesino o un hombre que ha
desarrollado una bomba. Por ello es que la escuela no puede exclusivamente
enfocarse en la inteligencia. La escuela tiene que formar personas conscientes.
Llamaremos conciencia a la parte más elevada de la especie humana que comprende
que todo lo que atenta contra la dinámica natural del cosmos es/está errado. El
hombre consciente es un hombre que conoce, pero que ama y respeta también.
Recientemente, a propósito del boom que ha
desatado la Inteligencia Artificial, Machine Learning, entre otras tecnologías,
el debate se dirige a cómo será el comportamiento de los robots. ¿Respetarán
las leyes humanas? ¿Confrontarán lo humano? Dichas preocupaciones se desprenden
del miedo que tenemos del humano mismo. El algoritmo de la inteligencia es muy
sencillo, el algoritmo de la conciencia no lo es.
Podemos crear robots extremadamente inteligentes, pero también
robots conscientes. Ese es el gran reto de la ciencia y la tecnología. Todo
código que se desarrolle tiene que estar cimentado en la conciencia, esto es,
los principios fundamentales de lo humano en el universo. Entonces lo primero
que debería ser programado en un robot es la comprensión del funcionamiento del
cosmos. Las leyes de la física y de la química. Conocimiento de geografía,
cultura e Historia. Un robot debe ser un ente respetuoso de las tradiciones y
las culturas. Que conozca el valor de un hueso para un antropólogo; que
entienda porque el antropólogo le da un tratamiento casi de joya al hueso. Que
conozca cada destello de luz en el cielo. Que entienda la importancia del agua.
Un robot debe ser instruido en ello.
No hemos podido siquiera definir qué es la conciencia ni
mucho menos cómo enseñarla, lo que sí es cierto es que inteligencia artificial
se verá impactada por el concepto de conciencia que exista o del que se
disponga. El robot descarta la instrucción incorrecta. El robot debe ser
instruido en el fino arte de la ética. Si todo colapsa ¿cuál es la instrucción
correcta? El robot debe ser instruido para la emergencia también. Yo considero
que los robots pueden ser sólidos éticamente y perfeccionar el sistema jurídico
a través del Machine Learning. Hoy depositamos nuestra confianza en las
máquinas con más frecuencia. Un cajero automático, un pago online a través de
nuestro celular. Sin dudas que el sistema electrónico puede ser preciso y
honesto, no hay ninguna duda sobre ello.
Las máquinas cuidan nuestro dinero ahora. Las
posibilidades de robar un banco virtual son extremadamente más bajas que la
posibilidad de robar un banco real. Porque si fuera tan fácil vulnerar la
seguridad de la banca online ya los delincuentes hubieran robado miles de
bancos de esa forma y eso no ha ocurrido. Los pocos casos que se han atrevido
han terminado tras las rejas. Técnicamente es posible, pero las posibilidades
finales de éxito son muy difíciles porque las comunicaciones en internet son
muy precisas y los rastros muy claros. Es más fácil seguir el rastro de un
atacante en internet que el rastro de un delincuente en la vida real.
El sistema económico ha demostrado ser sólido en la
sociedad digital. Hoy más del 90 % de las operaciones en un banco puedes
hacerla vía online incluyendo depositar y retirar dinero. Si requieres de
efectivo deberás dirigirte a un cajero electrónico. Pero todo está allí, la
máquina y el usuario.
Las máquinas hasta ahora han sido espléndidas con los
humanos. No hay proceso donde haya comenzado a intervenir la máquina y los
resultados no sean más que éxitos.
Pero el dilema es más profundo aún. Los humanos queremos conocer las miserias de los otros humanos. Aunque sería interesante que una máquina se te acercara un día y te dijera: - ¿puedo contarte un secreto? Estoy aburrido de ser máquina. Mientras se ajusta con unos golpes alguna pieza de su cuerpo. La máquina que se siente orgullosa de ser máquina o la máquina que nunca va a poder ser humana. La máquina que ha decidido ser una chatarra. La máquina poesía.
Las máquinas tienen que saber cómo auto-repararse. Pero puede haber centros de mantenimiento y cuidado en los cuales las máquinas cuiden de sus circuitos y de sus mecanismos. Incluso de sus softwares. En teoría nadie verá morir una máquina excepto cuando ya esté realmente descontinuada y los nuevos avances en materiales ya no le puedan dan soporte a las viejas estructuras. La reutilización y el reciclaje son aspectos básicos en este proceso de robotización y androidación de la sociedad.
La robotización y androización (me permiten la expresión)
es el proceso humano de transición de una sociedad meramente humana a una sociedad
constituida también por androides y por robots en su más amplia expresión. Eso
que han denominado transhumanismo.
Pronto encontraremos nuevos materiales, o simplemente viejos materiales que antes no sabíamos o desconocíamos su potencial y que ahora serán el pilar de la tecnología. El mismo poder del agua y de los elementos en general redefinen una sociedad que tiene una seria convicción de perpetuarse en el tiempo. Incluso materiales biológicos que sus usos y sus potenciales se escapan de vista.
Todo es epocal, y lamentablemente la sociedad no está preparada para instruirle a una máquina que las armas son ilegales en la tierra. Pudieran crearse estadios medios como permisologías para un personal especializado en aspectos específicos. Pero definitivamente no hay nada más primitivo que un ejército o un departamento de policía. Superar eso nos llevará años.
¿La conciencia puede ser enseñada? No. La conciencia no se enseña, se despierta. Es ese instante cuando entiendes que eres parte de un conjunto de fenómenos que orbitan armoniosamente. Una reflexión pedagógica sobre el tema de la consciencia en la escuela es un debate interesante. Cuando despiertas comienzas a cuestionar sectores de poder. Notas que el discurso humano es una desfachatada incoherencia. Ya algunas obras de arte se han aproximado a reflejar este fenómeno moderno. Entonces el despertar de la conciencia es un proceso como el que experimentan las flores en primavera. Se expande el horizonte. Juguemos limpiamente.
La solidaridad es el resultado de la compasión. Los millonarios pueden minimizar una serie de impuestos, pero además pueden compartir el fruto de sus talentos con el mundo. La solidaridad vertical: yo estoy dentro del barco y te estoy lanzando un flotador para que te salves. El solidario nunca se lanza al agua.
Hay dos tipos de solidarios, fundamentalmente, aunque pudiéramos mencionar más en el futuro. El solidario nativo y el solidario migrante. El solidario nativo es el que durante milenios ha administrado una gran fortuna. Hablamos de unas cuantas familias adineradas que tienen el poder económico para detener el mundo. Europa es un ejemplo claro de ello, pero en general en todas las monarquías. Hay botines de guerra adornando los pasillos de algún palacio. Los reyes fueron bondadosos y guerreros, pudiéramos enumerar algunas excepciones. Las familias que hoy atesoran todas esas fortunas amasadas con los siglos son el pilar del orden mundial. Sin embargo, la situación está cambiando, el pensamiento se convirtió en riqueza monetaria, hubo forma de hacerlo y el bitcoin es prueba de ello.
Habrá más formas en el futuro de hacer monetizable el conocimiento de modo que el científico y el pensador no dependan de una organización burocrática, sino que dependa de su voluntad de dar a conocer sus verdades y de la voluntad de los usuarios que acepten o no esa verdad. Las academias pueden ser usuarios, y las universidades, y pudieran votar, obviamente.
En consecuencia, hoy en día la solidaridad también es un tema de dinero. Una persona que quiera acabar con el cáncer es un hombre solidario. En su mente solo cabe la idea de acabar con un monstruo que ha maltratado a los humanos durante milenios. Ese hombre que descubra ese algoritmo va a ganar mucho dinero también, porque será recompensado por la sociedad. A veces estas recompensas, galardones y distinciones para los científicos no son tan altas como parece. 1 millón de dólares es el Premio Nobel. Messi gana alrededor de 10 millones de dólares al mes, por mencionar solo un ejemplo.
El solidario migrante es aquel que ha logrado salir de la pobreza o está en proceso de salir de ella, y conoce cuán difícil es salir de ahí y comienza a tender puentes para que las otras personas también puedan encontrar caminos distintos de superación. Esto implica identificar cuáles fueron los escollos más difíciles y pensar en las soluciones que fueron más exitosas para solventar dicha situación. El solidario migrante es un ser humano a quien le duele su tierra, aman el lugar donde nacieron. A muchos deportistas, cantantes, actores, entre otras celebridades, los vemos hoy en día haciendo grandes esfuerzos por llevar parte su fortuna a los más necesitados. Independientemente de cuáles sean las razones primarias, el solidario migrante piensa en sus raíces a la hora de invertir. Por supuesto todavía hay gente, con sus patologías, que sale de la pobreza y huye de su pasado como un alma que se desprende del cuerpo. Esta persona entiende muy bien lo que ha costado salir de la miseria. Jamás mira para atrás. Que sufran como yo sufrí. Esa persona no es solidaria.
El solidario digital
El solidario digital debe asumir la responsabilidad que parte de la solución de los problemas futuro aguarda en algún algoritmo computacional. La posibilidad de procesamiento cada más más veloz de los ordenadores permitirá mayor procesamiento de información por segundo. En 100 años tendremos una mejor comprensión del universo porque los datos se moverán más rápido. Sin embargo, cuando vemos la vastedad del universo parece totalmente insignificante cualquier avance científico.
El solidario digital detecta rápidamente necesidades en el sistema. Busca hacer más rápido los procesos que antes duraban mucho tiempo o eran un poco engorrosos. Desde tener partituras para guitarra, con posibilidad de anotaciones, o cómo aprender alemán viendo películas animadas. Por lo tanto, parte de la tarea del nuevo ciudadano digital es identificar esos procesos que hacen un cuello de botella y que no permiten que los resultados mejoren. El paradigma hoy es que las organizaciones buscan personas que encuentren soluciones, no problemas, porque como dije al inicio de estas reflexiones intituladas “El Todo Poético”, si el universo es verdad, los problemas no existen.
El mundo de hoy está lleno de nichos que la gente está ávida por descubrir. Hoy estaba pensando que sería maravilloso tener una aplicación donde se pueda leer y comentar el libro “Elegías de varones Ilustres de Indias” de Juan de Castellanos. Los que creen que el internet es una fuente descomunal de información, les comento que esto apenas está en estado embrionario. El solidario digital busca conectar a las almas gemelas. Es lo que han hecho los chicos de los 80, crear plataformas para mantenernos en contacto. El principio siempre es el mismo, conectar a personas.
Los objetivos comunes
Los objetivos comunes son también factor determinante en la solidaridad. En cierto sentido forman un círculo. ¿Qué fue primero? ¿Los objetivos comunes o la solidaridad? Particularmente pienso que los objetivos fueron primero y solidaridad fue posterior. Llamaré solidaridad al acercamiento voluntario de una persona con el objeto brindar apoyo en situaciones que lo ameritan. Las estrategias para alcanzar esos objetivos tuvieron que ser posteriores.
Me imagino al hombre antiguo tratando de mover una gran piedra. Proyectos que demandaban cantidades colosales de energía. Quiero diferenciar aquí solidaridad y opresión. Cuando somos solidarios por un bien común, por ejemplo, crear una casa de cuidados para perros en la ciudad, todos se benefician con tal emprendimiento. Se benefician los perros fundamentalmente quienes tienen que vivir en las calles comiendo de los restos que dejan las personas en el contenedor de basura. La opresión es una orden donde nadie ha tenido la posibilidad de debatir.
EL CENTRO DEL PIXEL, una selección de poesía inédita del escritor venezolano Carlos Zarzalejo. Parte de su obra poética: poemas en verso y poemas en prosa.
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