Poesía: Canción del soldado que no volverá a casa
Canción del soldado que no volverá
Te invito a hacer monolitos en el Ávila;
volver a lo humano,
lo imperecedero en el arte,
la torre de Babel.
Mira los Moáis.
Una pequeña pirámide de sol.
Un campanario.
Algo que dé la hora.
Los toris son una belleza,
como también lo son las marcas de Nazca,
queloides en el tiempo.
Henos aquí nosotros en este tributo,
recordando
y cantando aquella vieja consigna:
No es más que un hasta luego.
Qué canción tan balurda.
Todos se odian.
Todos tienen el dedo en el gatillo.
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